Cada vez que se retira un jugador en la actualidad, es como si un trocito de mi infancia se muere con su despedida. Cuantos cromos, vídeos, camisetas y ensoñaciones he compartido con jugadores que por lo efímero de nuestra vida, van diciendo adiós para dejar el paso a nuevos ídolos e ilusiones.
El fútbol de Zanetti me ha acompañado desde que tengo uso de razón futbolistica. Su imagen perenne en banda, como aquel palillo que fue pinchando a todas las defensas de Europa durante sus mas de 20 años de carrera.
¿Y que es el Inter de todos estos años, los bianconegros de mi adolescencia, sin Zanetti en sus filas?
Zanetti además, representa la humildad y el honor del futbolista. Jugador extremadamente limpio sin dejar de ser agresivo, una especie de dandy bebiendo Calimotxo en una copa Balón.
Ahora que se empiezan a ir aquellos jugadores que fueron titulares en mis partidas de playstation o incluso el nombre que pronunciaba en el patio del colegio antes de tirar una falta, siento mas que nunca el irremediable paso de los años.
Los Zanetti, Verón (que casualmente también se ha retirado esta semana), Scholes, Giggs,... o incluso de los que aguantan a duras penas como Raúl o Totti, todos ellos serán los protagonistas de las hazañas que cuente a mis nietos el día del mañana.
Y aunque queden todavía muchos años para dar la brasa a mis familiares con historietas y leyendas, empiezo a recrear en mi cabeza como mitificare a todos esos jugadores que de una manera u otra me hicieron tener la pasión que tengo por el fútbol.
Gracias y hasta siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario