A mano cambiada |
La razón: la portería estaba cubierta por dos porteros mancos, uno de cada brazo. El partido finalmente de disputó, con ambos arqueros en la portería, gracias a la gentileza del equipo local.
Corría el minuto 80 del partido cuando el arbitro decretó penalti en contra del equipo que poseía mayoría en el campo. El pateador se dispuso a lanzar el penalti ante ambos arqueros. La duda era suprema, una especie de juego psicológico frente a los dos mancos. Al final decidió lo mas lógico, penalti a lo Puskas, fuerte y al medio.
Sucedió lo más lógico, ya que cada portero se tiro a su lado fuerte, donde su brazo les permitía llegar a la cepa del poste, quedando el centro descubierto. Final del partido. Derrota, con un jugador más y con ninguna expulsión en el contrario. No siempre más, es mejor"
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