Mi infancia, como la de otros muchos niños, está completamente ligada al mundo del fútbol. Un deporte que jugábamos en pistas de asfalto o en los campos de tierra de los equipos de barrio, una afición y sentimiento transmitidos de padres a hijos, una emoción única y muy difícil de explicar a los que no aman este deporte. No obstante, mi "fútbol" apenas ha mejorado con el paso de los años, incluso va a peor (como todo en la vida), pero mis recuerdos... Ay, mis recuerdos... Esos con el tiempo van poblándose cada vez más, llenándose de detalles inolvidables y recordándome la angustiosa realidad de que el tiempo pasa para todos de la misma manera.
Muchos han sido los goles que mis ojos han visto, también paradas imposibles y muchos son los nombres propios que he memorizado. Seré claro, el fútbol empezó para mi hace casi 20 años con un futbolista, Raúl González Blanco. Un nombre único, diferente e inolvidable. Hoy siento nostalgia por el tiempo que ha pasado, que hemos disfrutado y, sobretodo, que me ha brindado Raúl durante estos años.
Buena suerte Capitán, al igual que mi abuelo me habló de las historias y goles de Di Stéfano, yo podré contarle a mi hijos que disfruté de tus noches de gloria.
Muchos han sido los goles que mis ojos han visto, también paradas imposibles y muchos son los nombres propios que he memorizado. Seré claro, el fútbol empezó para mi hace casi 20 años con un futbolista, Raúl González Blanco. Un nombre único, diferente e inolvidable. Hoy siento nostalgia por el tiempo que ha pasado, que hemos disfrutado y, sobretodo, que me ha brindado Raúl durante estos años.
Buena suerte Capitán, al igual que mi abuelo me habló de las historias y goles de Di Stéfano, yo podré contarle a mi hijos que disfruté de tus noches de gloria.
Tuyos son mis recuerdos y valores.
Leyenda |
No hay comentarios:
Publicar un comentario