Tres historias similares en liga, parecidas en copa y en las que la Champions ha dejado por poner las cartas boca arriba, agradecidos esos periodistas que esperan todo el año que llegue esta época para poder criticar a su equipo sin mirar al público.
Comenzó el Madrid el martes, con esas eliminatorias que si se revierten la ida y la vuelta, son eliminatorias heroicas y si se dan como se dio, rozan el bochorno. Esta claro que en este país, adelantar el trabajo siempre estuvo mal visto, somos los herederos del "hacer las cosas mal y tarde" y así nos va.
Aun así, la indolencia del equipo señala mas a un no-cargado de pilas técnico. Hubo minutos en los que el Madrid parecía muy superior y en otros que parecía un 2ªB. No fue cuestión de Ronaldo-dependencia, simplemente una relajación no aconsejable en Europa y menos en casa de un equipo con Reus y Lewandovski arriba.
Ayer fue otra cosa, otro tipo de partido muy diferente que dejó como toda lucha de gladiadores, un héroe y un muerto. La clave de este Atlético de Madrid, dejando un lado vacuos discursos de humildad, es que juega como un equipo pequeño, pero con jugadores de equipo grande (ojo, no estrellas), y con esta poción, consiguió anoche los 15 minutos de mayor bochorno blaugrana desde que el padre de Busquets vestía pantalones largos en Sevilla 40º.
Koke y Gabi robaban, Adrian y Villa lanzaban. Conexión Madrid-Asturias. Sencillo, practico y veloz. Mientras que el Barça se perdía entre el césped alto y las ganas de probarlo rondando por el.
Pinto (discutido mas por su look que por sus actuaciones) y los palos, evitaron el sonrojo final, del que se aprovechó Xavi para citar antes los medios de Canal+ que necesitaba ver el partido para conocer la justicia poética de la derrota. Se ve que no estuvo en el partido para darse cuenta que con un 35% de posesión, lo de ayer fue un baño de coraje y hambre.
7 partidos Barça-Atlético este año. 6 empates y una victoria colchonera. 0 goles de Messi.
Simeone debería dar la cátedra de como anular al mejor jugador del mundo.
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