Italia en busca de identidad

Quien le iba a decir a los aficionados italianos, que a estas alturas del partido, iban a estar buscando su juego, una identidad futbolística que les acercara a los nuevos tiempos. La Azzurra, que siempre ha vivido alejada de las modas con un estilo muy definido y que le ha proporcionado cuatro mundiales de la FIFA, se ve avocada a actualizarse a una versión 2.0 en la cual todavía no se la ve muy cómoda.

Tener la portería a cero siempre fue el principal objetivo de los italianos. A partir de ahí ya se vería como sería el desenlace del partido, y si se empata, pues a penaltis y a jugárselo a una carta. Sin datos oficiales en la mano estoy en disposición de afirmar que Italia ha sido la selección que más tandas de penaltis ha disputado en la historia. Perdió un mundial en el 94’ de esta manera pero consiguió su último campeonato mundial desde los 11 metros.

Pero hay algo en el mundo del fútbol que está rompiendo moldes, el juego de España. Una tendencia clara a favor del juego de posesión y ataque que está provocando auténticas debacles en estilos que, hasta ahora, parecían imperturbables. Los alemanes han dejado atrás el juego físico con jugadores como Reus, Gündogân, Özil o Götze.

E Italia, en estos momentos, está en el punto intermedio de la ecuación. Parece que quiere más que puede y esta sensación se ve reforzada cuando la clave de este cambio en la mentalidad, Andrea Pirlo, falta sobre el campo. Tanto Aquilani como Montolivo no pueden mantener el centro del campo de ningún equipo de élite que quiera conservar la posesión más que el rival, al menos en partidos muy competitivos.

Parece que Andrea está confirmado al 100% para el partido contra España pero no sabemos a qué nivel estará de su juego.No obstante, en la selección italiana hay vida más allá de Pirlo. La portería esta y siempre estará bien cubierta mientras Buffon siga en ella. Portero sobrio, poco dado a los alardes y con buena lectura del juego aéreo. Está claro que ya no es el portero que fue designado varios años seguidos como el mejor del mundo, pero sigue teniendo actuaciones destacadas y contados errores.

 En la zaga italiana empiezan a detonarse los cambios que desvelan el miedo que Prandelli tiene de España partiendo, por tanto, de una posición muy pesimista previa al partido. Va a cambiar todo el módulo defensivo para introducir un 3-4-2-1. Pero esta formación es algo engañosa, ya que la mayor parte del partido, sobre todo con posesión española, la formación real será un 5-3-1-1 con Gilardino en punta de ataque (Ballotelli es baja por un problema muscular). Marchisio, de Rossi y Candreva, muy probablemente, serán los encargados de acompañar a Pirlo y de tratar de cortar el juego español.

 Ahora es el miedo, después del bochorno de la final en Kiev, el que ha provocado que Prandelli se ponga la tirita antes de la herida, buscando cerrar el juego ibérico con la idea de salir a la contra. Me inclino a pensar, que buscaran en ataque alguna carrera de Giaccherini, a la espalda de Jordi Alba, para que Gilardino pueda cazar algo arriba. Italia es, con Japón, la selección más goleada del campeonato, por lo que es entendible que busque cerrar espacios contra el juego ofensivo español. No olvidemos que España puede hacerle un autentico traje, a tenor del bajo nivel físico de la parte defensiva.

Los Tifosi tienen la esperanza de que el juego de su selección se aproxime al juego alegre de la Juve, aprovechando que muchos jugadores son los mismos. Aunque deduzco, que la idea de Prandelli se aleja de este pensamiento, ya que la empelo de Maggio y Giaccherinni por banda, se debe más a motivos defensivos que ofensivos. 

Este candado que va a crear Italia no debe hacer más que orgullecernos, de que una selección con la historia que tiene la Azzurra, vaya a jugar como una selección pequeña contra España. Está claro que por mucha renovación del “Calcio” y búsqueda de nuevas formas de futbol más ambiciosas, al final, la cabra tira al monte.

Fratelli d'Italia,

l'Italia s'è desta,

dell'elmo di Scipio

s'è cinta la testa.

Dov'è la Vittoria?

Le porga la chioma,

ché schiava di Roma

Iddio la creò.