Juan Román Riquelme (Buenos Aires, 1978), fue al fútbol lo que Gardel al tango. Clase, pausa, mando y dulzura. Capaz de hacer regates, que despues de verlos mil y una veces, aún te preguntas como narices se puede hacer ese movimiento.
Nunca necesitó del sprint para romper rivales, seguramente porque tampoco nunca lo intentó. Asi fue Román, tan exasperante en la lentitud como estelar en la velocidad. Pura rapidez mental a prueba de falta física.
Nunca necesitó del sprint para romper rivales, seguramente porque tampoco nunca lo intentó. Asi fue Román, tan exasperante en la lentitud como estelar en la velocidad. Pura rapidez mental a prueba de falta física.
¿Andas ahí hermano? |
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